“La Mojarra, además de limón y patacón, contiene el condimento perfecto de cumbias cienagüeras y currelaos apasionados. Su música tiene sazón de antaño con ingredientes frescos… Colombia, cuidao: la Mojarra te va a enganchar”.
Si se les hizo agua la boca, o mejor dicho los oídos, esperen a probarla, a escucharla. La Mojarra Eléctrica es un matrimonio de contrastes (folclor, rock y jazz) que se fusionan perfectamente en una exquisita amalgama de sonidos urbanos. Con el folclor pacífico y atlántico de base, comienza el trabajo artístico de esta agrupación quienes agregan a la instrumentación tradicional la guitarra eléctrica para electrizar esta música tradicional que sale de las provincias para llegar a la Ciudad.
Por su número de integrantes esta agrupación parece un equipo de fútbol, y su DT Jacobo Vélez, es un caleño que, a manera de metáfora, se ha jugado dos partidos importantes en su vida musical de la mano de sus dos álbumes ya publicados: Calle 19 (2004) y Raza (2006). Y los ha ganado. Su música ha servido para inspirar a otros jóvenes a tomar esta senda de la renovación de nuestra música autóctona y por supuesto que otros, que no son músicos, se la gocen en una buena parranda.
El sonido de la Mojarra no ha necesitado de la recepción comercial que tienen otras músicas en Colombia para abrirse camino entre el gusto de la gente. Tal es así, que han participado de bandas sonoras para películas colombianas como Buscando a Miguel, Paraiso Travel y Perro Come Perro.
Esta nueva raza musical de Colombia sigue creciendo con mucha fuerza y demuestra que en nuestro país los jóvenes se interesan por algo más que reggeatón y tropipop. Grupos como La Mojarra Eléctrica decidieron jugársela con verraquera y rescatar la música tradicional de nuestra tierra, para sazonarla con otros ingredientes y darle ese toque sabroso que no indigesta, como otros.
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